Estaba yo tan contento con mi barba de dos semanas y planteándome dejármela por algún tiempo por aquello de variar cuando me dio por ir a mi peluquería habitual de Chinatown donde te cortan el pelo por menos de 4 euros. Dado que el muchacho no habla más de dos palabras de inglés, las instrucciones son siempre las mismas y sencillas, sin complicarle mucho la vida: "number 3" o incluso a veces me tiro el rollo con mi mandarín imposible y le intento decir "san hao", que siempre queda simpático y se ríen. En realidad a estas alturas el chaval hasta se acuerda de mí y todo (no creo que vayan muchos occidentales por allí a cortarse el pelo) y realmente no le tengo que decir nada. Él directamente me pregunta cada vez que voy, no sin cierta dificultad: "number thhhhree?"
En lo que este chico no cayó es en que esta vez mi barba era voluntaria y no porque simplemente llevara un par de días sin afeitarme, por lo que cuando le tocó arreglar las patillas metió cuchilla sin ninguna compasión y así me dejó:
Así que nada... habrá que empezar de nuevo, pero para la próxima es bueno saber que en Chinatown no entienden mucho de barbas...