Finde 2: Malasaña + La Latina

El curso ha pasado por desgracia de ser medio interesante la semana pasada a nada interesante esta semana y se me ha hecho bastante cuesta arriba. Me queda el consuelo todas las mañanas de que tengo unos compañeros estupendos allí. También tenemos un "policía" (el coordinador) que nos trata como bebés (supongo que, dado el bajo interés que suscita el curso, si no estuviera nos comportaríamos como tales), pero lo cierto es que su presencia y control exhaustivo de todo lo que hacemos en los PCs, horas de llegada y demás empieza a tocar bastante las canicas (blog para todos los públicos jeje).

Pues después de la larga y tediosa semana de curso, este finde ha sido locura de nuevo. El viernes fuimos a Malasaña, empezando por una taberna llamada La Pepita, de esas super super cutres, enormes por dentro, con la mayoría de las sillas recogidas de contenedores de basura, muchísima gente, sólo el matrimonio que la ha llevado toda la vida para atender la barra (con la consiguiente aglomeración de peña desesperada) y los famosos "minis" de todo (cerveza, cubata, calimotxo, sidra, ...) a buen precio, que al menos cuando ya tenías uno podías ponerte en la barra para esperar por el siguiente. Ideal para empezar la noche. Después tocó un sitio llamado "Destino Gran Vía", un pub de los pocos que cierran a las 6 por la zona con un buen rollo dentro que me impresionó. Era todo gente muy en nuestra línea, por lo que era fácil mezclarse con otros grupillos que hubiera por ahí. Música graciosa para bailar y pasarlo muy bien.

El sábado tocó la otra zona por excelencia de marcha madrileña: La Latina. Esta vez fue el viernes cuando salimos unos pocos, así que el grueso del grupo se concentró en esta quedada. Fuimos a tomar las primeras copas a uno de los famosos Casa Camu (fotos superiores) que hay por Madrid, sitio donde además se puede comer de miedo unas sartencitas deliciosas. Lo más curioso del sitio son sus tubos de metro. Impresiona ver un cubata tan grande delante de tus narices jeje. El del vaso en la boca es Washington (en la mayoría de los casos nos llamamos por nuestro destino, por lo que hay muchos nombres que no me sé), un tipo cojonudo de 2.07m. En una ocasión me aupó en una discoteca a rebosar de gente en plan saltando yo y él favorecía mi impulso. Me sentía como si estuviera en el parque Warner jaja, pero podía ver absolutamente todo desde esa perspectiva. Además nos sirve para no perdernos porque siempre se le ve.

Esta foto me la sacaron en la puerta del baño de Casa Camu y la pongo por una coñita con mi amigo Sergio. El gran Bruce, que nos recuerda que estamos todos muertos aunque aún no nos hayamos dado cuenta. Muy apropiado para encontrármelo en estas marchas tan intensivas que me estoy pegando en Madrid. Aunque he de decir en mi defensa, que la gente está saliendo hasta los miércoles y yo me estoy reservando para los fines de semana. Eso sí, llegando sábado y domingo a las 8 de la mañana a casa jaja.