Es el primer sábado que madrugo desde que estoy en Madrid y también el primer viernes que me recojo antes del último metro jeje. Pero el motivo lo valía. Nos hemos juntado unos cuantos y hemos ido a jugar al paintball en una finca cerca de Tres Cantos. Quedamos a las 9 de la mañanita, empezando a jugar a eso de las 10 y algo. A lo tonto, entre partida y partida nos dieron las 3 de la tarde. Vaya juego más agotador jeje. Hemos llegado reventados y esta noche marcha, así que habrá que dormir un poco.
En resumen, muchísima adrenalina, mucha diversión y 450 bolas de pintura que me fundí (unos 40 euros). 4 moretones, uno de ellos en el cuello que parece un chupetón de un balazo que aún no sé ni de dónde vino, y agujetas por todo el cuerpo. Eso sí, sales de allí como en una nube. Libera muchísimo stress y se pasa de miedo. Recomendadísimo.
Ah, como anécdota comentar que arrastrándome como una culebrilla entre trinchera y trinchera conseguí coger la bandera en una de las partidas sin que me mataran. Fue muy emocionante. Por otro lado, en otra me tocó hacer de "terminator" (sólo mueres si te dan en la cabeza) y me llevé bolazos por todos lados, ya que a veces me escondía en parapetos que sólo me cubrían la cabeza dejando lo demás al descubierto (sí, el culo precisamente, muy vulnerable y doloroso jaja). Total para al final quedarme sin balas (qué mal se pasa en esa situación jaja, el pánico se apodera de ti) y recibir un pepinazo directo al ojo derecho (protegido por la visera, claro). Qué pasada ver venir la bola a toda ostia directa al ojo. No te da tiempo a reaccionar y en un milisegundo ya no ves porque tienes la visera llena de pintura y estás muerto jaja.
15 septiembre 2007
Paintball
Etiquetas: madrid
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